Siguiendo a algunos filósofos, sabemos que el puente es símbolo universal, símbolo de tránsito, de rito, de pasaje, de búsqueda, de conexión. Un puente nos lleva desde una orilla a otra, quizás de lo conocido a lo desconocido…pero lo que sí es indiscutible es que, universalmente, reconocemos que el cruzar puentes supone un tránsito, siempre.
La filosofía es como ese puente que nos acerca a lo desconocido, a aquello que acaso imaginamos pero que no hemos descubierto todavía. Es ese paso (tránsito) de un mundo imaginario a la sabiduría. Esa maravilla de descubrir lo que hay en el otro lado, la expectación ante lo que está oculto, nos va a llevar por caminos insospechados de conocimiento. De tal forma que nos habremos hecho valedores de aquella afirmación kantiana ¡Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.